Los españoles nos hemos vuelto cada vez más previsores y reservamos nuestros
lugares de vacaciones con una antelación impensable hace unos años. Si no lo cree,
pruebe a buscar una casa rural para la próxima Nochevieja con menos de dos meses
de antelación. Le resultará misión imposible. Y eso que la oferta de alojamiento rural
en España se ha disparado.
Si desea alquilar una casa rural, para empezar hay que tener en cuenta que unas
casas se alquilan por habitaciones, y otras, enteras. En las primeras, lo normal es que
los dueños vivan en ellas y funcione como una explotación agropecuaria. Permiten
disfrutar del espíritu original con el que nacieron estos alojamientos: vivir de cerca
las faenas agrícolas mientras se facilita a los propietarios unos ingresos extra. A
veces huele a vaca o hay que compartir el baño con los dueños. En ocasiones, los
propietarios organizan actividades de agroturismo: como ordeñar vacas, buscar
setas o cocer pan en sus hornos.
Sin embargo, cada vez se rehabilitan más casas para alquiler completo. En este caso,
compruebe que el precio incluye sábanas, mantas, toallas y gastos de calefacción.
Existe para los precios gran amplitud de oferta. En cualquier caso, más que por el
precio, déjese tentar por la calidad. No es lo mismo pagar una cantidad por una
vivienda con doscientos años de historia primorosamente decorada con muebles
antiguos y rodeada por un paisaje de ensueño que abonar casi lo mismo por una casa
de paredes blancas donde el dueño ha acumulado todos los muebles viejos que no le
cabían en la suya. Las guías especializadas sobre casas rurales y las páginas de
Internet pueden ayudarle a decidir de antemano si la vivienda elegida está decorada
con gusto o es un almacén de trastos viejos.
Las necesidades de mercado han llevado a los propietarios de alojamientos rurales a
asociarse en centrales de reservas, muy cómodas para el usuario porque permiten
contratar un alojamiento sin sobreprecio y facilitan la búsqueda de otra vivienda en
la misma zona si la elegida está ocupada. A la hora de elegir el lugar para sus
vacaciones, valore también la belleza del entorno, la cercanía de carreteras o zonas
industriales que provoquen ruidos, la posibilidad de dar paseos por los alrededores y
la oferta de actividades culturales o en la naturaleza que le ofrezca la propia casa o
empresas cercanas.