La música siempre ha aparecido en la historia de los seres humanos como
tranquilizadora: es (A)________ más eficaz para calmar, alegrar y vivificar el corazón de las
personas. Ya en la mitología clásica se nos decía que Orfeo, hijo de Apolo,
encantaba con su voz y con su música a las bestias salvajes y a los árboles. O,
incluso, gracias a su lira (B)________ conmover a los dioses del Infierno y rescatar a su
esposa Eurídice. Porque ya se sabe que música y flores, galas de amores.
Martín Lutero afirmaba que “la música es (C)________ sublime que Dios nos ha regalado”.
De hecho, la música religiosa permite la concentración, la oración, el contacto con
Dios. Y hoy en día casi en todos los lugares (D)________ donde se quiera crear un clima de
tranquilidad y de relajación, se oye una música suave y discreta.
La música puede (E)________ servir de gran ayuda para curar enfermedades, puesto que
tonifica, crea energías, da fuerzas y levanta el ánimo; ya sabemos que para el ser
humano, la salud es lo primero, y cualquier método que sirva para conservarla, se
explota al máximo.
Sin embargo, la música puede igualmente irritarnos, sobre todo si tenemos que
soportarla sin haberla escogido. Y a veces quisiéramos decirle a (F)________: “Vete con la
música a otra parte”. Puesto que también es capaz de desatar las pasiones y
agudizar las energías destructoras. En la guerra, por ejemplo, las marchas militares
enardecen al soldado. (G)________ más intenso es el sonido del tambor o la trompeta, más
ardoroso es su espíritu.