En los últimos años, en España, el número de universitarios ha aumentado de forma evidente. La elevada tasa de desempleo que padecemos ha hecho que nuestros adolescentes, al terminar sus estudios secundarios y descubrir lo difícil que es conseguir un trabajo en nuestro país, se inscriban masivamente en las universidades, muchas veces sin demasiada convicción, llenando las aulas y soñando con ser algún día célebres abogados, expertos economistas, científicos de renombre o ingenieros
cualificados.
El resultado de todo ello es que, en la mayoría de los casos y para la mayor parte de las titulaciones, la demanda de empleo supera con creces la oferta, y que, para colmo de males, estos titulados, incapaces, por falta de trabajo, de poder llevar a la práctica todo lo aprendido en sus carreras, empiezan, poco a poco, a despertar a la realidad y a darse cuenta de que tienen que "bajar el listón" de sus pretensiones laborales.
Así, podemos ver a químicos barriendo las calles y los parques de nuestras ciudades, a juristas desempleados tratando de vendernos un seguro de vida en el umbral de la puerta de nuestra casa, y a antiguos estudiantes de Magisterio pasando por un lector electrónico el código de barras de los productos que componen nuestra cesta de la compra en un supermercado. Y, por si eso fuera poco, suele darse el caso de que los empresarios de este país, quizá con buen criterio, prefieren para este tipo de tareas a personas que no tengan estudios superiores, para evitar la posible insatisfacción que podría surgir en individuos cualificados cuando llevan a cabo trabajos tan rutinarios y repetitivos.
Pero no todo está perdido para nuestros jóvenes, pues se observa el incremento de la oferta de los llamados módulos de Formación Profesional, cursos especializados y enfocados a formar a los estudiantes, desde un punto de vista especialmente práctico, en las áreas de informática y telecomunicaciones, electrónica, fontanería, carpintería, jardinería, hostelería y una abundancia de profesiones más, para conseguir una integración más rápida de sus alumnos en el complejo mundo laboral.