Тренировочный вариант Яндекс.ЕГЭ по испанскому языку № 12 за 2016 год

A. El mochilero es un personaje peculiar de la vida contemporánea. El mochilero es un joven que con poco dinero y mucha habilidad se lanza a viajar por el mundo solo, gastando lo menos posible (conoce todos los alojamientos interesantes de media estrella, e incluso de ninguna) y disfrutando al máximo porque lo que vale no tiene precio. El mochilero es un maestro en el arte de vivir a fondo mientras atraviesa cualquier lugar del mundo, sea Tailandia, Galicia o Argentina.

B. La renovación del espacio medioambiental para todos los públicos ¡Toca, Toca! en el Museo de la Ciencia en Madrid, ha creado un espacio interactivo que permite al visitante conocer diferentes hábitats y las especies que en ellos viven. Allí no sólo podrá ver los animales, sino que también podrá tocar serpientes, tortugas, estrellas o pepinos de mar. Algunos de los animales que se pueden encontrar en este espacio son tortugas de espolones y dragones barbudos.

C. ¿Buscas trabajo? Tenemos 64 puestos vacantes, elige las ofertas de trabajo que mejor se adaptan a tu perfil en nuestra bolsa de trabajo. Tenemos las vacantes diferentes, tienes que elegir entre esta diversidad. Podemos proponer el ingeniero Senior Experto en Radio Getafe, Jefe de Proyecto ITS, Asesor inmobiliario redpiso, Técnico en Administración Experta de Red etc. Cada persona halla el trabajo para su alma.

D. La última costa virgen protegida de Murcia lleva nueve años esperando que el Tribunal Constitucional resuelva un recurso contra una macrourbanización. El mayor complejo urbanístico previsto en el Mediterráneo ocupará un parque natural en la costa virgen de la autonomía gracias a una ley de 2001. Un portavoz del Constitucional explica que el tribunal sigue sin fecha para decidir sobre el párrafo de la Ley del Suelo de Murcia que permitía la urbanización y que recurrió el PSOE.

E. Los documentales medioambientales están de moda. Títulos como Tierra y Home compiten con el cine de Hollywood en las listas de los DVD más vendidos. Tierra, el espectacular largometraje sobre nuestro planeta de la BBC, ocupó varias semanas el primer puesto en las listas de ventas nacionales de la FNAC en formato Blu-ray. La próxima gran producción en este género promete ser Oceans, el documental con mayor presupuesto de la historia: 50 millones de euros.

F. Los escolares cargan con demasiado peso en sus mochilas y esta carga excesiva puede provocar dolores de espalda. Toda la comunidad cientifica internacional coincide en afirmar que un nino no debe cargar mas del 10%–15% de su peso corporal; es decir, un nino de primaria que pese 35 kilos no deberia cargar mas de 3,5–5,2 kilos. Pero muchos escolares llevan en sus mochilas hasta 7,5 u 8 kilos. Hay unanimidad en que esta sobrecarga puede ocasionar dolores de espalda. Algunos especialistas afirman que tambien puede producir otros trastornos de la espalda. (M^a Jose Nunez CMS de Chamberi, 2011 Madrid Salud)

G. Tras meses en los que los constructores no se han cansado de repetir que los precios de los pisos ya han bajado todo lo que tienen que bajar y que no lo van a hacer más, un paseo por el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA), deparaba ofertas como la siguiente: “Dos dormitorios, 72 metros cuadrados útiles en Getafe. Desde 300000 euros”. Sin embargo, los expertos no lo dudan: los precios tienen que bajar mucho más.

En el pueblo de mi abuela vivía una mujer (A)________, por el bosque, al pueblo de al lado (algo más grande, con cuatro o cinco tiendas) a hacer recados (B)________. Yo llegué a conocerla; la verdad es que apenas la recuerdo: ¿era una anciana pulcra, vivaz, risueña? ¿Vestía de luto y llevaba el pelo blanco recogido en un moño? ¿Tenía una casita diminuta, blanca, con las sartenes relucientes colgadas por orden de tamaño en la pared y el suelo limpio “como los chorros del oro”?... Tal vez estas imágenes sean simplemente el recuerdo colectivo (C)________ y sin embargo todos los años, cuando llega la primavera, pienso en ella.

Hace muchísimo tiempo, en mi infancia, la primavera era la estación de los vencejos. Nos daba un vuelco el corazón cuando el primer chillido de vencejo rasgaba el cielo. Pronto los vencejos llenaban el aire, en desbandada, salían disparados hacia una libertad lejana, (D)________ pero sin duda urgente, importante y alegre. La noticia de (E)________. Pensábamos: “cuando seamos mayores viviremos la vida de verdad, la vida adulta, que será poética y emocionante, una vida a lo grande, de amores, arte, viajes...”

Y ahora aqui esta. No podemos por mas tiempo enganarnos, seguir contandonos el cuento (F)________, en otro tiempo. La vida es ahora, y ser mayor era esto. ¿Que? Lo que nos llena los dias: pedir un presupuesto, poner la lavadora, llevar el coche a la Inspeccion Tecnica de Vehiculos y los ninos al dentista.

Los habitantes de Poblet amanecen desde hace unos meses con un paisaje distinto al que han disfrutado durante muchos años. Cinco molinos de viento coronan las crestas de una de las sierras que rodean este pueblo. En Poblet confiesan que “los palos de la energía eólica” no les gustan, que preferirían ver unas montañas “limpias”, pero que ese es el precio que deben pagar por el progreso.

A las advertencias de geógrafos, arquitectos о biólogos sobre el impacto que algunas infraestructuras causarán en zonas de alto valor ecológico о histórico se suman ahora las reflexiones de psicólogos.

“La destrucción del paisaje se percibe como una pérdida propia, dependiendo del valor simbólico que se le atribuya: no es lo mismo que se queme la montaña frente a nuestra casa que una montaña desconocida”, comenta Rafael Tomás Castro, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad de Barcelona.

Para José Corraliza, psicólogo especializado en psicología ambiental, romper el paisaje comporta romper un elemento de tu propia autobiografía. “Cuando echamos de menos paisajes que hemos vivido perdemos parte de nuestra identidad”. Corraliza destaca la capacidad de recuperación física у mental que proporciona un paisaje, que se antoja como una terapia, un bálsamo.

Los beneficios que la contemplación de la naturaleza tienen para el bienestar del ser humano no son un invento de estos días. Corraliza recuerda que en el siglo XIX, Frederick Olmsted, arquitecto estadounidense considerado uno de los principales paisajistas de su país, ya argumentaba que los escenarios naturales permiten a las personas “utilizar la mente sin fatigarla”.

El gobierno británico publicó un estudio sobre zonas rurales en el que concluye que es importante proteger los paisajes у que se deben promover entornos de tranquilidad. Las autoridades regionales de Gran Bretaña han decretado que los planes urbanísticos deben garantizar la tranquilidad de los vecinos. Para ello, se están elaborando los parámetros de indicadores de tranquilidad que deben utilizar los ayuntamientos a la hora de elaborar sus planes urbanísticos.

Los habitantes de Poblet amanecen desde hace unos meses con un paisaje distinto al que han disfrutado durante muchos años. Cinco molinos de viento coronan las crestas de una de las sierras que rodean este pueblo. En Poblet confiesan que “los palos de la energía eólica” no les gustan, que preferirían ver unas montañas “limpias”, pero que ese es el precio que deben pagar por el progreso.

A las advertencias de geógrafos, arquitectos о biólogos sobre el impacto que algunas infraestructuras causarán en zonas de alto valor ecológico о histórico se suman ahora las reflexiones de psicólogos.

“La destrucción del paisaje se percibe como una pérdida propia, dependiendo del valor simbólico que se le atribuya: no es lo mismo que se queme la montaña frente a nuestra casa que una montaña desconocida”, comenta Rafael Tomás Castro, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad de Barcelona.

Para José Corraliza, psicólogo especializado en psicología ambiental, romper el paisaje comporta romper un elemento de tu propia autobiografía. “Cuando echamos de menos paisajes que hemos vivido perdemos parte de nuestra identidad”. Corraliza destaca la capacidad de recuperación física у mental que proporciona un paisaje, que se antoja como una terapia, un bálsamo.

Los beneficios que la contemplación de la naturaleza tienen para el bienestar del ser humano no son un invento de estos días. Corraliza recuerda que en el siglo XIX, Frederick Olmsted, arquitecto estadounidense considerado uno de los principales paisajistas de su país, ya argumentaba que los escenarios naturales permiten a las personas “utilizar la mente sin fatigarla”.

El gobierno británico publicó un estudio sobre zonas rurales en el que concluye que es importante proteger los paisajes у que se deben promover entornos de tranquilidad. Las autoridades regionales de Gran Bretaña han decretado que los planes urbanísticos deben garantizar la tranquilidad de los vecinos. Para ello, se están elaborando los parámetros de indicadores de tranquilidad que deben utilizar los ayuntamientos a la hora de elaborar sus planes urbanísticos.

Los habitantes de Poblet amanecen desde hace unos meses con un paisaje distinto al que han disfrutado durante muchos años. Cinco molinos de viento coronan las crestas de una de las sierras que rodean este pueblo. En Poblet confiesan que “los palos de la energía eólica” no les gustan, que preferirían ver unas montañas “limpias”, pero que ese es el precio que deben pagar por el progreso.

A las advertencias de geógrafos, arquitectos о biólogos sobre el impacto que algunas infraestructuras causarán en zonas de alto valor ecológico о histórico se suman ahora las reflexiones de psicólogos.

“La destrucción del paisaje se percibe como una pérdida propia, dependiendo del valor simbólico que se le atribuya: no es lo mismo que se queme la montaña frente a nuestra casa que una montaña desconocida”, comenta Rafael Tomás Castro, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad de Barcelona.

Para José Corraliza, psicólogo especializado en psicología ambiental, romper el paisaje comporta romper un elemento de tu propia autobiografía. “Cuando echamos de menos paisajes que hemos vivido perdemos parte de nuestra identidad”. Corraliza destaca la capacidad de recuperación física у mental que proporciona un paisaje, que se antoja como una terapia, un bálsamo.

Los beneficios que la contemplación de la naturaleza tienen para el bienestar del ser humano no son un invento de estos días. Corraliza recuerda que en el siglo XIX, Frederick Olmsted, arquitecto estadounidense considerado uno de los principales paisajistas de su país, ya argumentaba que los escenarios naturales permiten a las personas “utilizar la mente sin fatigarla”.

El gobierno británico publicó un estudio sobre zonas rurales en el que concluye que es importante proteger los paisajes у que se deben promover entornos de tranquilidad. Las autoridades regionales de Gran Bretaña han decretado que los planes urbanísticos deben garantizar la tranquilidad de los vecinos. Para ello, se están elaborando los parámetros de indicadores de tranquilidad que deben utilizar los ayuntamientos a la hora de elaborar sus planes urbanísticos.

Los habitantes de Poblet amanecen desde hace unos meses con un paisaje distinto al que han disfrutado durante muchos años. Cinco molinos de viento coronan las crestas de una de las sierras que rodean este pueblo. En Poblet confiesan que “los palos de la energía eólica” no les gustan, que preferirían ver unas montañas “limpias”, pero que ese es el precio que deben pagar por el progreso.

A las advertencias de geógrafos, arquitectos о biólogos sobre el impacto que algunas infraestructuras causarán en zonas de alto valor ecológico о histórico se suman ahora las reflexiones de psicólogos.

“La destrucción del paisaje se percibe como una pérdida propia, dependiendo del valor simbólico que se le atribuya: no es lo mismo que se queme la montaña frente a nuestra casa que una montaña desconocida”, comenta Rafael Tomás Castro, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad de Barcelona.

Para José Corraliza, psicólogo especializado en psicología ambiental, romper el paisaje comporta romper un elemento de tu propia autobiografía. “Cuando echamos de menos paisajes que hemos vivido perdemos parte de nuestra identidad”. Corraliza destaca la capacidad de recuperación física у mental que proporciona un paisaje, que se antoja como una terapia, un bálsamo.

Los beneficios que la contemplación de la naturaleza tienen para el bienestar del ser humano no son un invento de estos días. Corraliza recuerda que en el siglo XIX, Frederick Olmsted, arquitecto estadounidense considerado uno de los principales paisajistas de su país, ya argumentaba que los escenarios naturales permiten a las personas “utilizar la mente sin fatigarla”.

El gobierno británico publicó un estudio sobre zonas rurales en el que concluye que es importante proteger los paisajes у que se deben promover entornos de tranquilidad. Las autoridades regionales de Gran Bretaña han decretado que los planes urbanísticos deben garantizar la tranquilidad de los vecinos. Para ello, se están elaborando los parámetros de indicadores de tranquilidad que deben utilizar los ayuntamientos a la hora de elaborar sus planes urbanísticos.

Los habitantes de Poblet amanecen desde hace unos meses con un paisaje distinto al que han disfrutado durante muchos años. Cinco molinos de viento coronan las crestas de una de las sierras que rodean este pueblo. En Poblet confiesan que “los palos de la energía eólica” no les gustan, que preferirían ver unas montañas “limpias”, pero que ese es el precio que deben pagar por el progreso.

A las advertencias de geógrafos, arquitectos о biólogos sobre el impacto que algunas infraestructuras causarán en zonas de alto valor ecológico о histórico se suman ahora las reflexiones de psicólogos.

“La destrucción del paisaje se percibe como una pérdida propia, dependiendo del valor simbólico que se le atribuya: no es lo mismo que se queme la montaña frente a nuestra casa que una montaña desconocida”, comenta Rafael Tomás Castro, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad de Barcelona.

Para José Corraliza, psicólogo especializado en psicología ambiental, romper el paisaje comporta romper un elemento de tu propia autobiografía. “Cuando echamos de menos paisajes que hemos vivido perdemos parte de nuestra identidad”. Corraliza destaca la capacidad de recuperación física у mental que proporciona un paisaje, que se antoja como una terapia, un bálsamo.

Los beneficios que la contemplación de la naturaleza tienen para el bienestar del ser humano no son un invento de estos días. Corraliza recuerda que en el siglo XIX, Frederick Olmsted, arquitecto estadounidense considerado uno de los principales paisajistas de su país, ya argumentaba que los escenarios naturales permiten a las personas “utilizar la mente sin fatigarla”.

El gobierno británico publicó un estudio sobre zonas rurales en el que concluye que es importante proteger los paisajes у que se deben promover entornos de tranquilidad. Las autoridades regionales de Gran Bretaña han decretado que los planes urbanísticos deben garantizar la tranquilidad de los vecinos. Para ello, se están elaborando los parámetros de indicadores de tranquilidad que deben utilizar los ayuntamientos a la hora de elaborar sus planes urbanísticos.

Los habitantes de Poblet amanecen desde hace unos meses con un paisaje distinto al que han disfrutado durante muchos años. Cinco molinos de viento coronan las crestas de una de las sierras que rodean este pueblo. En Poblet confiesan que “los palos de la energía eólica” no les gustan, que preferirían ver unas montañas “limpias”, pero que ese es el precio que deben pagar por el progreso.

A las advertencias de geógrafos, arquitectos о biólogos sobre el impacto que algunas infraestructuras causarán en zonas de alto valor ecológico о histórico se suman ahora las reflexiones de psicólogos.

“La destrucción del paisaje se percibe como una pérdida propia, dependiendo del valor simbólico que se le atribuya: no es lo mismo que se queme la montaña frente a nuestra casa que una montaña desconocida”, comenta Rafael Tomás Castro, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad de Barcelona.

Para José Corraliza, psicólogo especializado en psicología ambiental, romper el paisaje comporta romper un elemento de tu propia autobiografía. “Cuando echamos de menos paisajes que hemos vivido perdemos parte de nuestra identidad”. Corraliza destaca la capacidad de recuperación física у mental que proporciona un paisaje, que se antoja como una terapia, un bálsamo.

Los beneficios que la contemplación de la naturaleza tienen para el bienestar del ser humano no son un invento de estos días. Corraliza recuerda que en el siglo XIX, Frederick Olmsted, arquitecto estadounidense considerado uno de los principales paisajistas de su país, ya argumentaba que los escenarios naturales permiten a las personas “utilizar la mente sin fatigarla”.

El gobierno británico publicó un estudio sobre zonas rurales en el que concluye que es importante proteger los paisajes у que se deben promover entornos de tranquilidad. Las autoridades regionales de Gran Bretaña han decretado que los planes urbanísticos deben garantizar la tranquilidad de los vecinos. Para ello, se están elaborando los parámetros de indicadores de tranquilidad que deben utilizar los ayuntamientos a la hora de elaborar sus planes urbanísticos.

Los habitantes de Poblet amanecen desde hace unos meses con un paisaje distinto al que han disfrutado durante muchos años. Cinco molinos de viento coronan las crestas de una de las sierras que rodean este pueblo. En Poblet confiesan que “los palos de la energía eólica” no les gustan, que preferirían ver unas montañas “limpias”, pero que ese es el precio que deben pagar por el progreso.

A las advertencias de geógrafos, arquitectos о biólogos sobre el impacto que algunas infraestructuras causarán en zonas de alto valor ecológico о histórico se suman ahora las reflexiones de psicólogos.

“La destrucción del paisaje se percibe como una pérdida propia, dependiendo del valor simbólico que se le atribuya: no es lo mismo que se queme la montaña frente a nuestra casa que una montaña desconocida”, comenta Rafael Tomás Castro, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad de Barcelona.

Para José Corraliza, psicólogo especializado en psicología ambiental, romper el paisaje comporta romper un elemento de tu propia autobiografía. “Cuando echamos de menos paisajes que hemos vivido perdemos parte de nuestra identidad”. Corraliza destaca la capacidad de recuperación física у mental que proporciona un paisaje, que se antoja como una terapia, un bálsamo.

Los beneficios que la contemplación de la naturaleza tienen para el bienestar del ser humano no son un invento de estos días. Corraliza recuerda que en el siglo XIX, Frederick Olmsted, arquitecto estadounidense considerado uno de los principales paisajistas de su país, ya argumentaba que los escenarios naturales permiten a las personas “utilizar la mente sin fatigarla”.

El gobierno británico publicó un estudio sobre zonas rurales en el que concluye que es importante proteger los paisajes у que se deben promover entornos de tranquilidad. Las autoridades regionales de Gran Bretaña han decretado que los planes urbanísticos deben garantizar la tranquilidad de los vecinos. Para ello, se están elaborando los parámetros de indicadores de tranquilidad que deben utilizar los ayuntamientos a la hora de elaborar sus planes urbanísticos.

(1) (HACER)________ un frío de mil demonios.

(2) Héctor y yo estábamos citados a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrá. (3) Yo no (SER)________ de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como a un dios.

(4) Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando quedas con alguien a las siete y cuarto, no importa esperar hasta las siete y media. (5) Siempre (SER)________ un hombre tolerante, un liberal de la buena escuela.

(6) Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. (7) Ya he dicho que hacía un frío espantoso. (8) Y aquella condenada esquina (ESTAR)________ abierta a todos los vientos. (9) Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez, las ocho...

(10) Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo (DEJAR)________ plantado, la cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra y cuando digo una cosa, la cumplo.

(11) Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabía en la cabeza el faltar a una cita. (12) Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media... y Héctor no llegaba. (13) Yo estaba completamente helado, me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía la espalda, me dolía el pelo... (14) La vedad es que si (LLEVAR)________ mi abrigo gris, lo más probable es que no hubiera pasado nada, pero a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, hacía sol y nadie podía imaginar que se levantaría aquel viento.

(15) Las nueve menos cuarto. (16) Yo me sentía enfermo, congelado. (17) Héctor llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho, con su grueso abrigo negro y sus guantes de piel.

(18) ‒ ¡Hola, Miguelito!

(19) Así, sin más. (20) No lo (PODER)________ evitar, lo empujé bajo el tren que pasaba.

(1) (HACER)________ un frío de mil demonios.

(2) Héctor y yo estábamos citados a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrá. (3) Yo no (SER)________ de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como a un dios.

(4) Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando quedas con alguien a las siete y cuarto, no importa esperar hasta las siete y media. (5) Siempre (SER)________ un hombre tolerante, un liberal de la buena escuela.

(6) Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. (7) Ya he dicho que hacía un frío espantoso. (8) Y aquella condenada esquina (ESTAR)________ abierta a todos los vientos. (9) Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez, las ocho...

(10) Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo (DEJAR)________ plantado, la cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra y cuando digo una cosa, la cumplo.

(11) Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabía en la cabeza el faltar a una cita. (12) Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media... y Héctor no llegaba. (13) Yo estaba completamente helado, me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía la espalda, me dolía el pelo... (14) La vedad es que si (LLEVAR)________ mi abrigo gris, lo más probable es que no hubiera pasado nada, pero a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, hacía sol y nadie podía imaginar que se levantaría aquel viento.

(15) Las nueve menos cuarto. (16) Yo me sentía enfermo, congelado. (17) Héctor llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho, con su grueso abrigo negro y sus guantes de piel.

(18) ‒ ¡Hola, Miguelito!

(19) Así, sin más. (20) No lo (PODER)________ evitar, lo empujé bajo el tren que pasaba.

(1) (HACER) ________ un frío de mil demonios.

(2) Héctor y yo estábamos citados a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrá. (3) Yo no (SER) ________ de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como a un dios.

(4) Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando quedas con alguien a las siete y cuarto, no importa esperar hasta las siete y media. (5) Siempre (SER) ________ un hombre tolerante, un liberal de la buena escuela.

(6) Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. (7) Ya he dicho que hacía un frío espantoso. (8) Y aquella condenada esquina (ESTAR) ________ abierta a todos los vientos. (9) Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez, las ocho...

(10) Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo (DEJAR) ________ plantado, la cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra y cuando digo una cosa, la cumplo.

(11) Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabía en la cabeza el faltar a una cita. (12) Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media... y Héctor no llegaba. (13) Yo estaba completamente helado, me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía la espalda, me dolía el pelo... (14) La vedad es que si (LLEVAR) ________ mi abrigo gris, lo más probable es que no hubiera pasado nada, pero a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, hacía sol y nadie podía imaginar que se levantaría aquel viento.

(15) Las nueve menos cuarto. (16) Yo me sentía enfermo, congelado. (17) Héctor llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho, con su grueso abrigo negro y sus guantes de piel.

(18) ‒ ¡Hola, Miguelito!

(19) Así, sin más. (20) No lo (PODER) ________ evitar, lo empujé bajo el tren que pasaba.

(1) (HACER)________ un frío de mil demonios.

(2) Héctor y yo estábamos citados a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrá. (3) Yo no (SER)________ de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como a un dios.

(4) Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando quedas con alguien a las siete y cuarto, no importa esperar hasta las siete y media. (5) Siempre (SER)________ un hombre tolerante, un liberal de la buena escuela.

(6) Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. (7) Ya he dicho que hacía un frío espantoso. (8) Y aquella condenada esquina (ESTAR)________ abierta a todos los vientos. (9) Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez, las ocho...

(10) Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo (DEJAR)________ plantado, la cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra y cuando digo una cosa, la cumplo.

(11) Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabía en la cabeza el faltar a una cita. (12) Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media... y Héctor no llegaba. (13) Yo estaba completamente helado, me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía la espalda, me dolía el pelo... (14) La vedad es que si (LLEVAR)________ mi abrigo gris, lo más probable es que no hubiera pasado nada, pero a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, hacía sol y nadie podía imaginar que se levantaría aquel viento.

(15) Las nueve menos cuarto. (16) Yo me sentía enfermo, congelado. (17) Héctor llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho, con su grueso abrigo negro y sus guantes de piel.

(18) ‒ ¡Hola, Miguelito!

(19) Así, sin más. (20) No lo (PODER)________ evitar, lo empujé bajo el tren que pasaba.

(1) (HACER)________ un frío de mil demonios.

(2) Héctor y yo estábamos citados a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrá. (3) Yo no (SER)________ de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como a un dios.

(4) Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando quedas con alguien a las siete y cuarto, no importa esperar hasta las siete y media. (5) Siempre (SER)________ un hombre tolerante, un liberal de la buena escuela.

(6) Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. (7) Ya he dicho que hacía un frío espantoso. (8) Y aquella condenada esquina (ESTAR)________ abierta a todos los vientos. (9) Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez, las ocho...

(10) Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo (DEJAR)________ plantado, la cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra y cuando digo una cosa, la cumplo.

(11) Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabía en la cabeza el faltar a una cita. (12) Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media... y Héctor no llegaba. (13) Yo estaba completamente helado, me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía la espalda, me dolía el pelo... (14) La vedad es que si (LLEVAR)________ mi abrigo gris, lo más probable es que no hubiera pasado nada, pero a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, hacía sol y nadie podía imaginar que se levantaría aquel viento.

(15) Las nueve menos cuarto. (16) Yo me sentía enfermo, congelado. (17) Héctor llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho, con su grueso abrigo negro y sus guantes de piel.

(18) ‒ ¡Hola, Miguelito!

(19) Así, sin más. (20) No lo (PODER)________ evitar, lo empujé bajo el tren que pasaba.

(1) (HACER)________ un frío de mil demonios.

(2) Héctor y yo estábamos citados a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrá. (3) Yo no (SER)________ de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como a un dios.

(4) Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando quedas con alguien a las siete y cuarto, no importa esperar hasta las siete y media. (5) Siempre (SER)________ un hombre tolerante, un liberal de la buena escuela.

(6) Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. (7) Ya he dicho que hacía un frío espantoso. (8) Y aquella condenada esquina (ESTAR)________ abierta a todos los vientos. (9) Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez, las ocho...

(10) Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo (DEJAR)________ plantado, la cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra y cuando digo una cosa, la cumplo.

(11) Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabía en la cabeza el faltar a una cita. (12) Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media... y Héctor no llegaba. (13) Yo estaba completamente helado, me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía la espalda, me dolía el pelo... (14) La vedad es que si (LLEVAR)________ mi abrigo gris, lo más probable es que no hubiera pasado nada, pero a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, hacía sol y nadie podía imaginar que se levantaría aquel viento.

(15) Las nueve menos cuarto. (16) Yo me sentía enfermo, congelado. (17) Héctor llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho, con su grueso abrigo negro y sus guantes de piel.

(18) ‒ ¡Hola, Miguelito!

(19) Así, sin más. (20) No lo (PODER)________ evitar, lo empujé bajo el tren que pasaba.

(1) (HACER) ________ un frío de mil demonios.

(2) Héctor y yo estábamos citados a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrá. (3) Yo no (SER) ________ de esos hombres absurdos que adoran el reloj reverenciándolo como a un dios.

(4) Comprendo que el tiempo es elástico y que cuando quedas con alguien a las siete y cuarto, no importa esperar hasta las siete y media. (5) Siempre (SER) ________ un hombre tolerante, un liberal de la buena escuela.

(6) Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. (7) Ya he dicho que hacía un frío espantoso. (8) Y aquella condenada esquina (ESTAR) ________ abierta a todos los vientos. (9) Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez, las ocho...

(10) Es natural que ustedes se pregunten que por qué no lo (DEJAR) ________ plantado, la cosa es muy sencilla: yo soy un hombre respetuoso de mi palabra y cuando digo una cosa, la cumplo.

(11) Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me cabía en la cabeza el faltar a una cita. (12) Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media... y Héctor no llegaba. (13) Yo estaba completamente helado, me dolían los pies, me dolían las manos, me dolía la espalda, me dolía el pelo... (14) La vedad es que si (LLEVAR) ________ mi abrigo gris, lo más probable es que no hubiera pasado nada, pero a las tres de la tarde, hora en que salí de casa, hacía sol y nadie podía imaginar que se levantaría aquel viento.

(15) Las nueve menos cuarto. (16) Yo me sentía enfermo, congelado. (17) Héctor llegó a las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfecho, con su grueso abrigo negro y sus guantes de piel.

(18) ‒ ¡Hola, Miguelito!

(19) Así, sin más. (20) No lo (PODER) ________ evitar, lo empujé bajo el tren que pasaba.

(1) “Cayó al suelo y vio como la lámpara de (MENOR) ________ tulipanes bailaba sobre su cabeza.

(2) Quiso gritar, pero tenía tanto miedo que ni un solo sonido salió de su garganta. (...) (3) Con las manos (CUBRIRSE) ________ la cabeza, se incorporó y trató de avanzar, pero una sacudida impetuosa la devolvió al lugar del que había partido.

(4) Comprendió entonces lo que ya había oído contar: la tierra estaba (TEMBLAR) ________ bajo sus pies.

(5) Presa de nerviosismo, olvidó los consejos que daba Juana Boj para hacer frente a tales situaciones. (6) No podía razonar, solo deseaba salir de allí, correr, alcanzar un lugar que no se moviera, ponerse a salvo y alejar de su cuerpo aquel espantoso vértigo. (7) Pero el balanceo no cesaba y su mareo crecía. (...) (8) El suelo era como el mar y no había (FORMACIÓN) ________ de pararlo.

(9) Por fin, gritó. (10) Gritó tanto que casi se quedó sin pulmones. (11) Pronunció el nombre de Juana repetidas veces, cada una de ellas más fuerte que las anteriores, pero Juana no respondía y ella continuaba aferrada a su propio miedo. (12) Ni siquiera tuvo (VALIOSO) ________ para santiguarse. (...)

(13) Salió a la calle sin volver la vista atrás, tropezando con obstáculos y llorando a golpes. (14) El suelo parecía haberse calmado, pero (ALGÚN) ________ paredes respiraban todavía y muchos objetos se habían mudado de sitio, como si tuvieran vida propia. (...) (15) El desconcierto era general, un poste eléctrico se había caído y de todas partes salía humo, polvo y un olor mineral, excitante y denso, que no tenía relación con ningún otro olor conocido”.

(1) “Cayó al suelo y vio como la lámpara de (MENOR) ________ tulipanes bailaba sobre su cabeza.

(2) Quiso gritar, pero tenía tanto miedo que ni un solo sonido salió de su garganta. (...) (3) Con las manos (CUBRIRSE) ________ la cabeza, se incorporó y trató de avanzar, pero una sacudida impetuosa la devolvió al lugar del que había partido.

(4) Comprendió entonces lo que ya había oído contar: la tierra estaba (TEMBLAR) ________ bajo sus pies.

(5) Presa de nerviosismo, olvidó los consejos que daba Juana Boj para hacer frente a tales situaciones. (6) No podía razonar, solo deseaba salir de allí, correr, alcanzar un lugar que no se moviera, ponerse a salvo y alejar de su cuerpo aquel espantoso vértigo. (7) Pero el balanceo no cesaba y su mareo crecía. (...) (8) El suelo era como el mar y no había (FORMACIÓN) ________ de pararlo.

(9) Por fin, gritó. (10) Gritó tanto que casi se quedó sin pulmones. (11) Pronunció el nombre de Juana repetidas veces, cada una de ellas más fuerte que las anteriores, pero Juana no respondía y ella continuaba aferrada a su propio miedo. (12) Ni siquiera tuvo (VALIOSO) ________ para santiguarse. (...)

(13) Salió a la calle sin volver la vista atrás, tropezando con obstáculos y llorando a golpes. (14) El suelo parecía haberse calmado, pero (ALGÚN) ________ paredes respiraban todavía y muchos objetos se habían mudado de sitio, como si tuvieran vida propia. (...) (15) El desconcierto era general, un poste eléctrico se había caído y de todas partes salía humo, polvo y un olor mineral, excitante y denso, que no tenía relación con ningún otro olor conocido”.

(1) “Cayó al suelo y vio como la lámpara de (MENOR) ________ tulipanes bailaba sobre su cabeza.

(2) Quiso gritar, pero tenía tanto miedo que ni un solo sonido salió de su garganta. (...) (3) Con las manos (CUBRIRSE) ________ la cabeza, se incorporó y trató de avanzar, pero una sacudida impetuosa la devolvió al lugar del que había partido.

(4) Comprendió entonces lo que ya había oído contar: la tierra estaba (TEMBLAR) ________ bajo sus pies.

(5) Presa de nerviosismo, olvidó los consejos que daba Juana Boj para hacer frente a tales situaciones. (6) No podía razonar, solo deseaba salir de allí, correr, alcanzar un lugar que no se moviera, ponerse a salvo y alejar de su cuerpo aquel espantoso vértigo. (7) Pero el balanceo no cesaba y su mareo crecía. (...) (8) El suelo era como el mar y no había (FORMACIÓN) ________ de pararlo.

(9) Por fin, gritó. (10) Gritó tanto que casi se quedó sin pulmones. (11) Pronunció el nombre de Juana repetidas veces, cada una de ellas más fuerte que las anteriores, pero Juana no respondía y ella continuaba aferrada a su propio miedo. (12) Ni siquiera tuvo (VALIOSO) ________ para santiguarse. (...)

(13) Salió a la calle sin volver la vista atrás, tropezando con obstáculos y llorando a golpes. (14) El suelo parecía haberse calmado, pero (ALGÚN) ________ paredes respiraban todavía y muchos objetos se habían mudado de sitio, como si tuvieran vida propia. (...) (15) El desconcierto era general, un poste eléctrico se había caído y de todas partes salía humo, polvo y un olor mineral, excitante y denso, que no tenía relación con ningún otro olor conocido”.

(1) “Cayó al suelo y vio como la lámpara de (MENOR) ________ tulipanes bailaba sobre su cabeza.

(2) Quiso gritar, pero tenía tanto miedo que ni un solo sonido salió de su garganta. (...) (3) Con las manos (CUBRIRSE) ________ la cabeza, se incorporó y trató de avanzar, pero una sacudida impetuosa la devolvió al lugar del que había partido.

(4) Comprendió entonces lo que ya había oído contar: la tierra estaba (TEMBLAR) ________ bajo sus pies.

(5) Presa de nerviosismo, olvidó los consejos que daba Juana Boj para hacer frente a tales situaciones. (6) No podía razonar, solo deseaba salir de allí, correr, alcanzar un lugar que no se moviera, ponerse a salvo y alejar de su cuerpo aquel espantoso vértigo. (7) Pero el balanceo no cesaba y su mareo crecía. (...) (8) El suelo era como el mar y no había (FORMACIÓN) ________ de pararlo.

(9) Por fin, gritó. (10) Gritó tanto que casi se quedó sin pulmones. (11) Pronunció el nombre de Juana repetidas veces, cada una de ellas más fuerte que las anteriores, pero Juana no respondía y ella continuaba aferrada a su propio miedo. (12) Ni siquiera tuvo (VALIOSO) ________ para santiguarse. (...)

(13) Salió a la calle sin volver la vista atrás, tropezando con obstáculos y llorando a golpes. (14) El suelo parecía haberse calmado, pero (ALGÚN) ________ paredes respiraban todavía y muchos objetos se habían mudado de sitio, como si tuvieran vida propia. (...) (15) El desconcierto era general, un poste eléctrico se había caído y de todas partes salía humo, polvo y un olor mineral, excitante y denso, que no tenía relación con ningún otro olor conocido”.

(1) “Cayó al suelo y vio como la lámpara de (MENOR) ________ tulipanes bailaba sobre su cabeza.

(2) Quiso gritar, pero tenía tanto miedo que ni un solo sonido salió de su garganta. (...) (3) Con las manos (CUBRIRSE) ________ la cabeza, se incorporó y trató de avanzar, pero una sacudida impetuosa la devolvió al lugar del que había partido.

(4) Comprendió entonces lo que ya había oído contar: la tierra estaba (TEMBLAR) ________ bajo sus pies.

(5) Presa de nerviosismo, olvidó los consejos que daba Juana Boj para hacer frente a tales situaciones. (6) No podía razonar, solo deseaba salir de allí, correr, alcanzar un lugar que no se moviera, ponerse a salvo y alejar de su cuerpo aquel espantoso vértigo. (7) Pero el balanceo no cesaba y su mareo crecía. (...) (8) El suelo era como el mar y no había (FORMACIÓN) ________ de pararlo.

(9) Por fin, gritó. (10) Gritó tanto que casi se quedó sin pulmones. (11) Pronunció el nombre de Juana repetidas veces, cada una de ellas más fuerte que las anteriores, pero Juana no respondía y ella continuaba aferrada a su propio miedo. (12) Ni siquiera tuvo (VALIOSO) ________ para santiguarse. (...)

(13) Salió a la calle sin volver la vista atrás, tropezando con obstáculos y llorando a golpes. (14) El suelo parecía haberse calmado, pero (ALGÚN) ________ paredes respiraban todavía y muchos objetos se habían mudado de sitio, como si tuvieran vida propia. (...) (15) El desconcierto era general, un poste eléctrico se había caído y de todas partes salía humo, polvo y un olor mineral, excitante y denso, que no tenía relación con ningún otro olor conocido”.

(1) “Cayó al suelo y vio como la lámpara de (MENOR) ________ tulipanes bailaba sobre su cabeza.

(2) Quiso gritar, pero tenía tanto miedo que ni un solo sonido salió de su garganta. (...) (3) Con las manos (CUBRIRSE) ________ la cabeza, se incorporó y trató de avanzar, pero una sacudida impetuosa la devolvió al lugar del que había partido.

(4) Comprendió entonces lo que ya había oído contar: la tierra estaba (TEMBLAR) ________ bajo sus pies.

(5) Presa de nerviosismo, olvidó los consejos que daba Juana Boj para hacer frente a tales situaciones. (6) No podía razonar, solo deseaba salir de allí, correr, alcanzar un lugar que no se moviera, ponerse a salvo y alejar de su cuerpo aquel espantoso vértigo. (7) Pero el balanceo no cesaba y su mareo crecía. (...) (8) El suelo era como el mar y no había (FORMACIÓN) ________ de pararlo.

(9) Por fin, gritó. (10) Gritó tanto que casi se quedó sin pulmones. (11) Pronunció el nombre de Juana repetidas veces, cada una de ellas más fuerte que las anteriores, pero Juana no respondía y ella continuaba aferrada a su propio miedo. (12) Ni siquiera tuvo (VALIOSO) ________ para santiguarse. (...)

(13) Salió a la calle sin volver la vista atrás, tropezando con obstáculos y llorando a golpes. (14) El suelo parecía haberse calmado, pero (ALGÚN) ________ paredes respiraban todavía y muchos objetos se habían mudado de sitio, como si tuvieran vida propia. (...) (15) El desconcierto era general, un poste eléctrico se había caído y de todas partes salía humo, polvo y un olor mineral, excitante y denso, que no tenía relación con ningún otro olor conocido”.

Marisol: Ricardo, ¿quieres decirme qué hacen dos televisores y una radio encendidos a (A)________?

Ricardo: ¡No (B)________ ningún aparato! Es la única manera como puedo ver disciplinas diferentes. Y en la radio escucho las últimas clasificaciones. Marisol, me has entretenido y ahora no me he enterado de quién ha ganado. ¡Qué fastidio!

Marisol: Ricardo, con estos juegos te (C)________ en un teleadicto. Cambiando de tema, te recuerdo que hoy es sábado, y los sábados, normalmente, salimos a algún sitio.

Ricardo: Yo prefiero quedarme viendo la tele... ¿Has visto esa nadadora? ¡Madre mía! Ha cruzado la piscina en un abrir y cerrar de ojos. ¡Fantástico!

Marisol: A propósito, ¿qué hacen tantas cervezas en la nevera?

Ricardo: ¿No te he dicho que hoy vienen unos compañeros de trabajo a ver un encuentro de baloncesto? Juraría que te lo (D)________.

Marisol: O sea, que luego esto se va a convertir en un estadio olímpico. Y ya me veo yo (E)________ botellas de cerveza vacías y cocinando para vosotros. No, conmigo no contéis.

Ricardo: Marisol, mis amigos son muy majos y no te dan ningún trabajo. Con unas tapitas, unas aceitunas y las cervezas, quedan tan bien.

Marisol: Se me está (F)________ otra idea, Ricardo. Tú preparas unas tapas para todos nosotros. Y mientras (G)________, yo veo el baloncesto con tus amigos, ¿qué te parece?

Marisol: Ricardo, ¿quieres decirme qué hacen dos televisores y una radio encendidos a (A) ________?

Ricardo: ¡No (B) ________ ningún aparato! Es la única manera como puedo ver disciplinas diferentes. Y en la radio escucho las últimas clasificaciones. Marisol, me has entretenido y ahora no me he enterado de quién ha ganado. ¡Qué fastidio!

Marisol: Ricardo, con estos juegos te (C) ________ en un teleadicto. Cambiando de tema, te recuerdo que hoy es sábado, y los sábados, normalmente, salimos a algún sitio.

Ricardo: Yo prefiero quedarme viendo la tele... ¿Has visto esa nadadora? ¡Madre mía! Ha cruzado la piscina en un abrir y cerrar de ojos. ¡Fantástico!

Marisol: A propósito, ¿qué hacen tantas cervezas en la nevera?

Ricardo: ¿No te he dicho que hoy vienen unos compañeros de trabajo a ver un encuentro de baloncesto? Juraría que te lo (D) ________.

Marisol: O sea, que luego esto se va a convertir en un estadio olímpico. Y ya me veo yo (E) ________ botellas de cerveza vacías y cocinando para vosotros. No, conmigo no contéis.

Ricardo: Marisol, mis amigos son muy majos y no te dan ningún trabajo. Con unas tapitas, unas aceitunas y las cervezas, quedan tan bien.

Marisol: Se me está (F) ________ otra idea, Ricardo. Tú preparas unas tapas para todos nosotros. Y mientras (G) ________, yo veo el baloncesto con tus amigos, ¿qué te parece?

Marisol: Ricardo, ¿quieres decirme qué hacen dos televisores y una radio encendidos a (A) ________?

Ricardo: ¡No (B) ________ ningún aparato! Es la única manera como puedo ver disciplinas diferentes. Y en la radio escucho las últimas clasificaciones. Marisol, me has entretenido y ahora no me he enterado de quién ha ganado. ¡Qué fastidio!

Marisol: Ricardo, con estos juegos te (C) ________ en un teleadicto. Cambiando de tema, te recuerdo que hoy es sábado, y los sábados, normalmente, salimos a algún sitio.

Ricardo: Yo prefiero quedarme viendo la tele... ¿Has visto esa nadadora? ¡Madre mía! Ha cruzado la piscina en un abrir y cerrar de ojos. ¡Fantástico!

Marisol: A propósito, ¿qué hacen tantas cervezas en la nevera?

Ricardo: ¿No te he dicho que hoy vienen unos compañeros de trabajo a ver un encuentro de baloncesto? Juraría que te lo (D) ________.

Marisol: O sea, que luego esto se va a convertir en un estadio olímpico. Y ya me veo yo (E) ________ botellas de cerveza vacías y cocinando para vosotros. No, conmigo no contéis.

Ricardo: Marisol, mis amigos son muy majos y no te dan ningún trabajo. Con unas tapitas, unas aceitunas y las cervezas, quedan tan bien.

Marisol: Se me está (F) ________ otra idea, Ricardo. Tú preparas unas tapas para todos nosotros. Y mientras (G) ________, yo veo el baloncesto con tus amigos, ¿qué te parece?

Marisol: Ricardo, ¿quieres decirme qué hacen dos televisores y una radio encendidos a (A) ________?

Ricardo: ¡No (B) ________ ningún aparato! Es la única manera como puedo ver disciplinas diferentes. Y en la radio escucho las últimas clasificaciones. Marisol, me has entretenido y ahora no me he enterado de quién ha ganado. ¡Qué fastidio!

Marisol: Ricardo, con estos juegos te (C) ________ en un teleadicto. Cambiando de tema, te recuerdo que hoy es sábado, y los sábados, normalmente, salimos a algún sitio.

Ricardo: Yo prefiero quedarme viendo la tele... ¿Has visto esa nadadora? ¡Madre mía! Ha cruzado la piscina en un abrir y cerrar de ojos. ¡Fantástico!

Marisol: A propósito, ¿qué hacen tantas cervezas en la nevera?

Ricardo: ¿No te he dicho que hoy vienen unos compañeros de trabajo a ver un encuentro de baloncesto? Juraría que te lo (D) ________.

Marisol: O sea, que luego esto se va a convertir en un estadio olímpico. Y ya me veo yo (E) ________ botellas de cerveza vacías y cocinando para vosotros. No, conmigo no contéis.

Ricardo: Marisol, mis amigos son muy majos y no te dan ningún trabajo. Con unas tapitas, unas aceitunas y las cervezas, quedan tan bien.

Marisol: Se me está (F) ________ otra idea, Ricardo. Tú preparas unas tapas para todos nosotros. Y mientras (G) ________, yo veo el baloncesto con tus amigos, ¿qué te parece?

Marisol: Ricardo, ¿quieres decirme qué hacen dos televisores y una radio encendidos a (A) ________?

Ricardo: ¡No (B) ________ ningún aparato! Es la única manera como puedo ver disciplinas diferentes. Y en la radio escucho las últimas clasificaciones. Marisol, me has entretenido y ahora no me he enterado de quién ha ganado. ¡Qué fastidio!

Marisol: Ricardo, con estos juegos te (C) ________ en un teleadicto. Cambiando de tema, te recuerdo que hoy es sábado, y los sábados, normalmente, salimos a algún sitio.

Ricardo: Yo prefiero quedarme viendo la tele... ¿Has visto esa nadadora? ¡Madre mía! Ha cruzado la piscina en un abrir y cerrar de ojos. ¡Fantástico!

Marisol: A propósito, ¿qué hacen tantas cervezas en la nevera?

Ricardo: ¿No te he dicho que hoy vienen unos compañeros de trabajo a ver un encuentro de baloncesto? Juraría que te lo (D) ________.

Marisol: O sea, que luego esto se va a convertir en un estadio olímpico. Y ya me veo yo (E) ________ botellas de cerveza vacías y cocinando para vosotros. No, conmigo no contéis.

Ricardo: Marisol, mis amigos son muy majos y no te dan ningún trabajo. Con unas tapitas, unas aceitunas y las cervezas, quedan tan bien.

Marisol: Se me está (F) ________ otra idea, Ricardo. Tú preparas unas tapas para todos nosotros. Y mientras (G) ________, yo veo el baloncesto con tus amigos, ¿qué te parece?

Marisol: Ricardo, ¿quieres decirme qué hacen dos televisores y una radio encendidos a (A) ________?

Ricardo: ¡No (B) ________ ningún aparato! Es la única manera como puedo ver disciplinas diferentes. Y en la radio escucho las últimas clasificaciones. Marisol, me has entretenido y ahora no me he enterado de quién ha ganado. ¡Qué fastidio!

Marisol: Ricardo, con estos juegos te (C) ________ en un teleadicto. Cambiando de tema, te recuerdo que hoy es sábado, y los sábados, normalmente, salimos a algún sitio.

Ricardo: Yo prefiero quedarme viendo la tele... ¿Has visto esa nadadora? ¡Madre mía! Ha cruzado la piscina en un abrir y cerrar de ojos. ¡Fantástico!

Marisol: A propósito, ¿qué hacen tantas cervezas en la nevera?

Ricardo: ¿No te he dicho que hoy vienen unos compañeros de trabajo a ver un encuentro de baloncesto? Juraría que te lo (D) ________.

Marisol: O sea, que luego esto se va a convertir en un estadio olímpico. Y ya me veo yo (E) ________ botellas de cerveza vacías y cocinando para vosotros. No, conmigo no contéis.

Ricardo: Marisol, mis amigos son muy majos y no te dan ningún trabajo. Con unas tapitas, unas aceitunas y las cervezas, quedan tan bien.

Marisol: Se me está (F) ________ otra idea, Ricardo. Tú preparas unas tapas para todos nosotros. Y mientras (G) ________, yo veo el baloncesto con tus amigos, ¿qué te parece?

Marisol: Ricardo, ¿quieres decirme qué hacen dos televisores y una radio encendidos a (A) ________?

Ricardo: ¡No (B) ________ ningún aparato! Es la única manera como puedo ver disciplinas diferentes. Y en la radio escucho las últimas clasificaciones. Marisol, me has entretenido y ahora no me he enterado de quién ha ganado. ¡Qué fastidio!

Marisol: Ricardo, con estos juegos te (C) ________ en un teleadicto. Cambiando de tema, te recuerdo que hoy es sábado, y los sábados, normalmente, salimos a algún sitio.

Ricardo: Yo prefiero quedarme viendo la tele... ¿Has visto esa nadadora? ¡Madre mía! Ha cruzado la piscina en un abrir y cerrar de ojos. ¡Fantástico!

Marisol: A propósito, ¿qué hacen tantas cervezas en la nevera?

Ricardo: ¿No te he dicho que hoy vienen unos compañeros de trabajo a ver un encuentro de baloncesto? Juraría que te lo (D) ________.

Marisol: O sea, que luego esto se va a convertir en un estadio olímpico. Y ya me veo yo (E) ________ botellas de cerveza vacías y cocinando para vosotros. No, conmigo no contéis.

Ricardo: Marisol, mis amigos son muy majos y no te dan ningún trabajo. Con unas tapitas, unas aceitunas y las cervezas, quedan tan bien.

Marisol: Se me está (F) ________ otra idea, Ricardo. Tú preparas unas tapas para todos nosotros. Y mientras (G) ________, yo veo el baloncesto con tus amigos, ¿qué te parece?